top of page

La Educación del Mañana

  • gladysnichols
  • 3 sept 2015
  • 3 Min. de lectura

Con el paso de los años olvidamos lo que es Ser niños, lo que hacíamos, lo que disfrutábamos, los simple que era convivir y la intensidad con la que vivíamos.

El niño es inocente: inocente en su amor, inocente en su enojo. No hace una distinción. Cuando ama, ama, ama totalmente. Cuando está enojado, está totalmente enojado, es puro enojo. De allí la belleza del niño. Aun cuando está enojado tiene una belleza y una gracia magníficas, aun en su enojo, porque la totalidad está allí. Los adultos, ni siquiera cuando aman son tan hermosos porque está faltando la totalidad.

¿Por qué la gente busca continuamente la dicha? Porque la deben haber conocido. En algún lugar, en lo profundo, todavía persiste la memoria de esos dulces momentos en el útero de la madre cuando todo estaba quieto y silencioso, cuando todo era uno, cuando no había preocupación ni responsabilidad, cuando no había otro. Era el paraíso.

Y en el momento en que salgas del útero la sociedad inevitablemente te educará. La sociedad y su educación, todavía no es humana. Es neurótica, es muy primitiva, porque no ayuda al niño a crecer en su centro, en su interior. No ayuda al niño a crecer permaneciendo alerta al centro, a su guía interna. Por el contrario, trata de todos los modos posibles de hacer que el niño se olvide del centro, de su sabiduría interna y se identifique con una personalidad falsa que la sociedad le brinda, que le crea la sociedad y además que la sociedad tiene que aprobar, porque si no, no eres normal. Y quien es realmente normal? A que le llamamos ser Normal? Quien dijo que era lo normal? No es la misma “normalidad” en México, que en Estados Unidos, que en China.

La sociedad no está interesada en el niño, la sociedad no está interesada en las personas en lo absoluto, la sociedad está interesada en que persista su propia estructura. La sociedad no está interesada en el individuo, está en contra del individuo, está completamente a favor de lo colectivo. Nacemos siendo leones y crecemos creyendo que somos ovejas. Porque solo a las ovejas se les puede decir que hacer, se les puede manipular. Y lo colectivo es neurótico y llega a ser desagradable. La sociedad está orientada hacia el pasado y el individuo está orientado hacia el futuro; el individuo tiene que vivir en el futuro y la sociedad sólo conoce el pasado en el que ha vivido. La sociedad no tiene futuro, la sociedad consiste en pasado. Y continúa imponiéndole al niño ese pasado.

En una sociedad realmente humana, al niño no se le impone se le respeta. No es que el niño será dejado completamente solo. Se le ayuda, se confía en su sabiduría, se le motiva a experimentar, a cuestionar y a buscar sus propias respuestas, mas no se le impondrá nada. Se le ayudará a permanecer íntegro, enraizado en la esencia, en su guía interna. No será forzado a mover su consciencia de la esencia a la personalidad. La educación del mañana no será una educación en la personalidad, será una educación en la esencia.

Así que si tienes oportunidad, vuelve a tu esencia, has todo con totalidad con intensidad y comienza a respetar a los niños, has que no olviden lo que son, que no pierdan su esencia. Seamos compañeros del camino.

Namasté

Gladys Nichols

 
 
 

Comments


Featured Posts
Recent Posts
Search By Tags
Follow Us
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic

We work with executives from:

​© 2023 by Gladys Nichols.

Proudly created with Wix.com

  • Icono de la aplicación de Facebook
  • Twitter App Icon
  • LinkedIn Icon App
bottom of page